"Debo ayudar, como lo hicieron conmigo, para que Quiero Estudiar siga adelante"

El médico Jorge Patiño inició sus estudios de Medicina en la Universidad de los Andes en 2011.
El médico Jorge Patiño inició sus estudios de Medicina en la Universidad de los Andes en 2011.
El médico Jorge Patiño inició sus estudios de Medicina en la Universidad de los Andes en 2011.
El médico Jorge Patiño inició sus estudios de Medicina en la Universidad de los Andes en 2011.

Jorge Patiño, médico egresado de la Universidad de los Andes, cuenta su experiencia en Los Andes y cómo esta le cambió la vida.

Jorge Patiño es un destacado egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, quien hoy se desempeña como auxiliar de investigaciones en la Fundación Santa Fe de Bogotá. Este joven médico se destaca porque, desde que terminó sus estudios de bachillerato, comenzó a forjar su sueño, pese a no contar con los recursos necesarios para poder costear la matrícula en una universidad privada.

Cuenta que jamás se dio por vencido ante las barreras que le puso la vida, por lo que dedicó sus esfuerzos a obtener un excelente resultado en las pruebas Saber 11 y, así, aplicar al programa "Quiero Estudiar", que ofrece desde hace 10 años la Universidad de los Andes.

"Mi sueño siempre fue convertirme en doctor. Cuando buscaba la mejor opción para estudiar me encontré que Los Andes tenía una naciente Facultad de Medicina, con algo más de diez años. Yo sabía que la Universidad era la mejor del país y sabía de la asociación que tenía con la Fundación Santa Fe de Bogotá y le dije a mi mamá: 'estoy seguro que cuando me gradué, Los Andes va a tener la mejor Facultad de Medicina del país", explica Jorge.

El recién egresado médico, oriundo de Palmira (Valle del Cauca), asegura que tomar la decisión de ir a estudiar lejos de su familia fue muy difícil, pero ante la valiosa oportunidad de ingresar a una de las mejores instituciones del país, emprendió el viaje, a sus 16 años.

"La Universidad se preocupa de que uno haga las cosas más allá del deber"

A su llegada a la capital y ante la falta de recursos, Jorge Patiño buscó la forma de solventar los gastos más urgentes y dedicarse de lleno a su carrera.

"Busqué un lugar de residencia cercano a la Universidad para evitar el gasto en transportes. Me tocó aprender a cocinar a hacer mercado, entre muchas otras cosas. Ese tipo de aprendizajes le permiten a uno adquirir más responsabilidades en cuanto al autocuidado".

Muy entusiasmado, Jorge, recuerda cómo fue su primer día en la Institución y cómo asumió el reto: "Estaba muy emocionado. Entendí la calidad del lugar al que estaba ingresando".

Respecto a los esfuerzos que ha tenido que hacer para cursar sus estudios de Medicina Jorge señala que "es claro que hay algún tipo de limitación económica y no podía hacer lo mismo que muchos de mis compañeros, debía gastar con mesura, aunque mis papás siempre me ayudaron mucho. Me enviaban para el arriendo y para gastos personales".

Él se siente muy agradecido por la oportunidad que tuvo de estudiar en la Institución y asegura: "Fui muy afortunado al hacer parte del programa 'Quiero Estudiar' porque también podía hacer uso del Fopre (Fondo de Programas Especiales, que subsidia a estudiantes becados por su excelencia académica pero que no cuentan con recursos económicos suficientes). Eso ayuda mucho ya que un uniforme de medicina puede llegar a costar unos 110.000 pesos, la bata otros 110.000, el fonendoscopio debe de estar entre los 250.000 y 350.000 pesos, en fin. Todos esos elementos los da el Fopre a los estudiantes de Medicina y eso, por supuesto, para mí fue increíble".

"No me arrepiento ni un solo momento de haber elegido a la Universidad de los Andes"

Agrega además que el Fopre le ayudó para la alimentación. "Tenía un almuerzo asegurado todos los días en la Cafetería central de la Universidad, un almuerzo que normalmente puede costar 8.000 pesos, me lo daban gratis. Respecto a las fotocopias, contaba con un subsidio que cubrían unas 1.000 o 1.500 fotocopias, que fueron suficientes. Eso fue muy generoso por parte de la Universidad y, sin eso, mi paso por la carrera de Medicina hubiese sido mucho más difícil".

Entre tanto, explica que jamás logró percibir la diferencia entre las personas que tenían el beneficio de las que no.

"Acá, las personas que más tienen están más dispuestas a dar, a compartir lo que tienen. Ellas se muestran de la manera más humilde para llegar a los otros. Hay personas muy amables que tratan de tenderle la mano a todo el que puedan".

Jorge sostiene que está muy agradecido por haber hecho parte del programa y enfatiza en que "ser beneficiario de un programa como 'Quiero Estudiar' implica, para mí, replicar eso en el futuro. La Universidad no me lo pide, ni que le rinda cuentas en cuanto a lo que debo aportar económicamente. Sé que debo ayudar así como me ayudaron a mí. Lo debo hacer así porque la Universidad confió en mí, porque las personas que donan confían en personas como yo para que este programa siga adelante, creo que debo aportar, es un sentimiento social. No es lo que me exigen, sino que debo hacer más de lo que me exigen. Este programa definitivamente tiene que seguir existiendo".

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